jugando en las nubes

miércoles, 17 de octubre de 2012




"Halloween" deriva del inglés antiguo, "all hallow's eve", o Víspera Santa, pues se refiere a la noche del 31 de octubrevíspera de la Fiesta de Todos los Santos. La fantasía anglosajona, sin embargo, ha robado su sentido religioso para celebrar en su lugar la noche del terror, de las brujas y los fantasmas. Halloween marca un triste regreso al antiguo paganismo, tendencia que se ha propagado también entre los pueblos hispanos.

   Es cierto que podría hacerse una fiesta de disfraces, hacer bromas sanas y divertirse sin entrar en los aspectos macabros del Halloween. Pero aun queda el peligro de asociarse a una fiesta pagana que tiene mucha vigencia en el ocultismo y la Nueva Era. Las fiestas reflejan e influyen en nuestros valores. Es alarmante que muchos cristianos han olvidado el testimonio de los santos y se sientan más atraídos a festejar con brujas y fantasmas. Les parece todo una broma, una diversión inofensiva. Lo hacen por llenar un vacío, porque los santos ya no interesan y las prácticas paganas y ocultistas ejercen una extraña fascinación. Por eso se está propagando rápidamente en nuestra cultura la adivinación, la ouija, la creencia en la reencarnación y muchas más. En Estados Unidos, mujeres que se enorgullecen de ser brujas luchan por crear una nueva imagen para su gremio y propagar su religión.

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